Para que la embarcación se encuentre en óptimas condiciones y tenga las mismas prestaciones que el primer día, es necesario realizar un buen mantenimiento de esta. Para ello, es muy importante saber qué tipo de antifouling elegir según el tipo de barco, clima, temperatura, salinidad, etcétera.
Antes que nada, conviene recordar que el antifouling es una pintura que actúa contra la suciedad y libera toxinas que hacen disminuir el crecimiento de algas y costras en el casco de la embarcación. Este, se convierte en un elemento fundamental para el rendimiento y salud de los barcos.
La cuestión llega a la hora de decidir el tipo de antifouling adecuado para la embarcación, dada la amplia gama existente en el mercado. Es por este motivo, por el que desde Todoneumáticas, os vamos a explicar los diferentes modelos de antifouling para que decidas cuál se adapta mejor a tu embarcación.
Patentes autopulimentables
Este tipo de antifouling autopulimentable se caracteriza por ser una pintura soluble en el agua. Esto permite que sus partículas microscópicas se vayan erosionando de manera progresiva para dejar expuesto el biocida activo.
La gran ventaja de este tipo de anti incrustante es que no provoca acumulación de capas. Esto se debe a que su espesor se reduce con el tiempo. El único inconveniente de esta patente es que no permite la limpieza del casco.
Este modelo de antifouling es la elección perfecta para barcos de crucero, a vela o a motor, y embarcaciones de desplazamiento.
Antifouling para neumáticas y semirrígidas
Este anti incrustante especial para embarcaciones neumáticas, semirrígidas o inflables tanto en PVC como en Neopreno Hypalon es la opción ideal para flotadores. Gracias a su elasticidad, se puede aplicar directamente en el flotador sin necesidad de imprimación. Eso sí, necesitará una limpieza a fondo para eliminar grasa, sal o manchas en el tejido.
Antifouling para hélices y metal
Esta patente para hélices y metal es la elección ideal para este tipo de material dada su alta adherencia y dureza. Se adhiere incluso si se aplica directamente, aunque para garantizar los mejores resultados se recomienda aplicar una capa de imprimación Nubian.
El único `pero´ es su alto contenido en cobre, lo que puede crear problemas en las superficies de metal bajo el agua, especialmente en los barcos de aluminio y en las colas. Por ello, es recomendable la utilización de imprimación antes del pintado.
Antifouling de larga duración
Este tipo de antifouling de larga duración es una buena opción para evitar un pintado periódico. Destaca por su base de resina epoxi mezclado con una gran cantidad de polvo ultrafino de cobre o con una aleación de cobre y níquel.
El único aspecto menos positivo de este modelo es su precio. Eso sí, la protección puede durar 10 años o más, aunque es conveniente limpiar el casco periódicamente. Al hacerlo, se dejará a la superficie una nueva capa de cobre, lo que garantiza su efectividad.
Ahora que ya conoces los diferentes tipos de antifouling, te toca decidir cuál es el que mejor se adapta a tu embarcación, clima, situación geográfica y al uso que le vayas a dar.