Temporal en el mar

Encontrarnos con un temporal es, para muchos, el mayor de los miedos a la hora de utilizar nuestras embarcaciones. Por muy bien preparados y prevenidos que vayamos, el mal tiempo puede llegar en cualquier momento.

Antes que nada, debemos comprobar las condiciones meteorológicas que van a hacer. Parece lógico, pero a muchos se les olvida este paso y puede desembocar en una situación de riesgo que no esperábamos. Si aun así, no hemos podido prever el suceso, vamos a daros cuatro consejos para saber cómo actuar ante una situación de este tipo.

1.    Chalecos salvavidas puestos o a mano

Lo primero que debemos de hacer si nos encontramos ante una situación adversa es mantener la calma. Una vez calmados, o al menos, intentado, debemos hacer todo lo posible por tener puestos o cerca los chalecos salvavidas. Debemos comprobar los arneses y la radio baliza por lo que pudiese suceder.  Otro factor importante es asegurarse de que las líneas de vida están correctamente colocadas. Además, sería conveniente que toda la tripulación conociese cómo actuar en caso de emergencia.

2.    Decidir si correr el temporal o capearlo

Para decidir qué hacer, primero debemos de tener en cuenta las características de la embarcación y la cercanía o lejanía de la costa o puerto de abrigo.

2.1 Capear el temporal

Consiste en aguantar el temporal  hasta que amaine el tiempo y se pueda volver a gobernar a rumbo sin riesgos. A medida que subamos la cresta de la ola intentaremos no atravesar a la mar. Una vez en la cresta, caeremos ligeramente a sotavento evitando que la proa se mantenga en el aire y  caiga de golpe.

2.2 Correr el temporal

Si  por el contrario, no podemos capear el temporal, tendremos que poner rumbo en la misma dirección que el viento y la mar. Para ello, intentaremos que no se acompase la velocidad de la embarcación con la de las olas.

Esta forma de afrontar el temporal es bastante arriesgada, ya que mantener el gobierno será más difícil.  Una posible solución para evitar  atravesar a la mar es ayudar con el ancla de capa. Para ello, la haremos firme en popa o si no disponemos de ella cabos lastrados o cadena. Con ello, reduciremos la velocidad de la embarcación y mantendremos la popa orientada al viento y la mar.

3.    No precipitarse a la hora de tomar decisiones

Es el factor más importante. El patrón de la embarcación será quien esté a cargo de la seguridad de la tripulación. Por ello, deberá de mantener la calma y tomar las decisiones acertadas para no poner en peligro ninguna vida.

4.    Ser consciente del tipo de embarcación

Conocer nuestra embarcación y sus límites es otro de los factores importantes ante cualquier situación. Para ello, debemos de conocer que los barcos de motor y de vela de esloras similares no capean el temporal igual. Por ejemplo, un barco de motor nos da la posibilidad de salir de una situación a mayor velocidad, sin embargo, una vez metidos en una situación comprometida, un barco de vela se comportará mejor con mal tiempo.

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