Los yates son un bien de lujo que solo unos elegidos pueden tener. Por ello, os queremos presentar al que, hasta el momento, es el considerado como el yate más caro del mundo: Eclipse.
El precio de esta espectacular embarcación puede llegar hasta los 1.100 millones de euros. Para hacernos una idea del valor de este yate, con ese mismo dinero se podría fichar la plantilla de los mejores clubes de fútbol a nivel mundial como son Real Madrid y FC Barcelona.
Su precio es tan desorbitado que tan solo el magnate ruso, Román Abramóvich, propietario del Chelsea FC, fue capaz de comprar un ejemplar, el cual, por cierto, lleva años intentando vender.
Las dimensiones del yate son simplemente escalofriantes, con nada más y nada menos que 170 metros de longitud de puro lujo.
Este fue construido durante el 2010 en el astillero alemán ThyssenKrupp Blohm, la empresa más importante del país que se encuentra situada en Hamburgo. Pero este no es todo su coste, ya que su mantenimiento cuesta 40 millones de euros al año. A esto hay que sumarle el sueldo de los, al menos, 70 tripulantes que necesita para poder garantizar su óptimo funcionamiento.
Interior de Eclipse
Su interior es tan amplio y está tan bien equipado que prácticamente se puede considerar como una “mini ciudad”. En yate cuenta con una sala de cine, una biblioteca, dos piscinas de diferentes dimensiones y jardín privado, entre otros muchos lugares más.
Y como no podía ser de otra forma, posee una suite principal que tiene más de 464 metros cuadrados. Está se encuentra situada en la cubierta más alta y sus vistas son, como no, espectaculares. Pero como no podía ser de otra forma, tiene 17 camarotes en los que puede alojar hasta 36 personas.
A esto, se le suman los “caprichos” del magnate ruso, cuya decoración interna del yate está tasada en unos 200 millones de euros y entre los que, según cuentan los propios trabajadores del astillero, destaca el uso de piel de leopardo y cocodrilo.
Extras inimaginables
Además, la embarcación cuenta con láseres antipaparazzi, un sistema de radar antimisiles y vigilancia submarina. Incluso, incorpora un minisubmarino para poder escapar sin ser localizado y cristales blindados en la suite principal. Un equipamiento que no está nada mal para una escapadita de un fin de semana.
Una de las grandes características de esta enorme embarcación es que ni siquiera necesita atracar en un puerto. Esto se debe a que en su interior dispone de un gran muelle con espacio para tres lanchas motoras. En cuanto a su velocidad máxima alcanza los 25 nudos y su velocidad de crucero es de 22 nudos, con una autonomía de 6.000 millas náuticas.
¡Un espectacular yate a precio de oro, o incluso más!