El negocio del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar mueve millones de euros a lo largo del año (el precio del fardo oscila entre los 9.000 y los 30.000 € dependiendo de la oferta y la demanda de ese mercado).
En el año 2014, el negocio del hachís supera al de la cocaína, llegando a generar 2.800 millones de euros en el mercado negro para las organizaciones traficantes que operan en el país, mientras que la coca genera 300 millones menos, según los datos del Centro de Inteligencia contra el Tráfico y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente del Ministerio del Interior. La comarca del Campo de Gibraltar es la puerta de entrada del 46% del hachís en España, llegando a producirse el 18% de las detenciones por narcotráfico de todo el territorio español.
QUÉ TIPO DE EMBARCACIONES USAN LOS NARCOS
Con el empleo de embarcaciones neumáticas o gomas, los narcos trasladan la cocaína o el hachís proveniente de Marruecos. Se tratan de embarcaciones que pueden alcanzar los nueve metros con motores de cuatro tiempos de entre 300 y 350 CV de potencia, capaces de transportar aproximadamente tres mil kilos de droga. Los narcos no escatiman en gastos, pues estas embarcaciones tienen valores que rondan los 300.000 € más o menos, capaces de surcar las aguas del estrecho prácticamente volando sobre el mar.
CÓMO SE ORGANIZAN LOS NARCOS EN EL ESTRECHO
Los narcotraficantes cuentan con organizaciones perfectamente planificadas. En Marruecos la droga es manufacturada y embalada. Los narcos cuentan con personas que se encargan de vigilar la posición de las embarcaciones de la Guardia Civil, de la Agencia Tributaria o de la Marina del país norteafricano. Llegando a cobrar hasta 1.800€, algunos jóvenes se sitúan en las azoteas de los edificios que dan a la mar en Algeciras o en la misma cumbre del Peñón de Gribaltar para dar la voz de alarma.
En la playa, un grupo de personas cargan la droga en unos todoterrenos adaptados para contener el mayor número de fardos posible, todo ello ocurre con una rapidez impactante.
Los narcos usan como canal de embarque el río Guadarranque en el que además se localiza una elitista urbanización llamada Guadacorte (en Los Barrios). Se trata de chalets que en su parte trasera tienen salida al río, los narcos no tienen más que esperar a que suba la marea, abrir las compuertas, encender motores y adentrarse en el Mediterráneo.
¿QUÉ OCURRE CON LAS EMBARCACIONES DECOMISADAS?
No siempre la jugada sale bien, y gracias a los esfuerzos de la Guardia Civil, Agencia Tributaria y la Marina del norte de África, muchas de estas embarcaciones son incautadas. Pero ¿qué ocurre luego? ¿Qué se hace con estas embarcaciones?
¿DÓNDE VAN?
Estas embarcaciones son apiladas en depósitos judiciales gestionados por empresas privadas donde comparten localización con el resto de transportes empleados por los narcotraficantes, tales como motos de agua, todoterrenos y camiones en los que la droga es transportada.
En dichos depósitos las embarcaciones neumáticas se encuentran apiladas en condiciones pésimas llegando incluso a podrirse. Para los dueños de estos depósitos judiciales la situación es una ruina, puesto que muchos afirman que la Consejería de Justicia no abona el depósito de estos vehículos. En algunos depósitos suelen haber más de mil embarcaciones neumáticas apiladas, y rara es la semana en la que no hay un nuevo ingreso.
Las embarcaciones incautadas están diseñadas para el tráfico de drogas exclusivamente, es por eso, por lo que aquellas que se encuentran en buenas condiciones son recuperadas por sus legítimos propietarios, quienes alegan no tener relación con el negocio del narcotráfico.
No obstante, la gran mayoría permanece un tiempo indeterminado en dichos depósitos, que sumado a que se cuentan por miles y que a los propietarios de los depósitos les cuesta dinero tener esas embarcaciones en sus instalaciones, se facilita la aparición de un mercado negro de venta de piezas de segunda mano extraídas de estas embarcaciones. Las piezas que son más fáciles de conseguir de estos depósitos son las partes internas del motor, pues se pueden dejar las carcasas vacías, además de todo lo relativo al mecanismo de dirección de estas embarcaciones.
Como se ha mencionado anteriormente, el casco y los tubulares y demás piezas de “goma” no suelen ser comerciadas en el mercado negro, permanecen en el depósito hasta pudrirse, permitiéndonos la analogía de llamar a estos depósitos con el nombre de Cementerios Náuticos, Cementerios de Goma, que perjudican gravemente a la industria de productos y accesorios náuticos.