Puerto deportivo

Cómo dejar una embarcación atracada en un puerto deportivo es una cuestión que suele generar más de un dolor de cabeza debido al desconocimiento general de este tipo de servicios. Lo primero que debemos de tener en cuenta es que existe un gran abanico de posibilidades, yendo desde opciones más económicas hasta precios desorbitados.

El siguiente paso es tener claro si el objetivo es tener un amarre en propiedad o en alquiler. Esto dependerá de nuestros planes a corto o largo plazo. Eso sí, debemos de tener presente en todo momento que, aunque lo compremos en propiedad, es probable que «solo» nos pertenezca durante 30 años como máximo.

Por qué 30 años si lo hemos adquirido en propiedad

Pues bien, la respuesta es muy sencilla, esto se debe a que tres décadas es el tiempo máximo que ofrece el Estado a los puertos deportivos para la explotación de los amarres. Aunque conviene aclarar que existe un atisbo de esperanza, ya que en caso de que el Estado vuelva a conceder la licencia a la misma empresa concesionaria, podrías seguir disfrutando de tu amarre 30 años más.

Entonces, ¿es mejor alquilar?

Sí y no. El alquiler tiene muchas ventajas, ya que de primeras no tendremos que realizar un gran desembolso. Además nos permite tener cierta libertad, ya que no tendremos que dejar atracado el barco siempre en el mismo puerto, pudiendo variar con el paso de los meses. Los únicos factores negativos se refieren al riesgo de quedarnos sin plaza para atracar una vez expire el contrato de alquiler y que su precio a largo plazo sería mayor que el de la compra; aunque tendrían que pasar muchos años para eso.

En cuanto a tenerlo en propiedad, también tiene sus ventajas. La primera de ellas es que resulta más rentable que el alquiler a largo plazo. Incluso permite la posibilidad de alquilarlo a terceros si no le estamos dando uso.

Puerto deportivo para lanchas

Qué factores debo tener en cuenta a la hora de decidir un puerto deportivo

Son varios los factores a tener en cuenta a la hora de saber cuál escoger, aunque varían en cada persona. Una de las características comunes que se suelen buscar es la calidad y seguridad del puerto de amarre. Esta es importante ta que un temporal, unido a una baja calidad del puerto, podría provocar desperfectos en la embarcación. Un aspecto importante a destacar aquí es la posibilidad de adquirir defensas hinchables para barcos para así evitar que los barcos vecinos dañen la embarcación.

Respecto a la seguridad, es importante sobre todo, para evitar posibles robos.

Otros elementos secundarios pero importantes en la decisión son los servicios básicos como restaurantes, lavandería, talleres, piscina, Wi-Fi, etcétera.

¿Se puede amarrar una embarcación de recreo en cualquier puerto?

Sí, las embarcaciones de recreo pueden atracarse en cualquier puerto; o al menos así lo contempla la ley. Sin embargo, algunos puertos de grandes dimensiones son reacios a recibir embarcaciones de recreo en sus instalaciones, salvo causas de fuerza mayor. Para poder amarrarla con garantías, es necesario utilizar un cabo de fondeo que irá amarrado en la bita o cornamusa de proa de la neumática o semirrígida. Otro método para atracar la embarcación sería el uso de un ancla para barcos, el cual ofrece una gran seguridad de amarre.

 Qué diferencia hay entre una marina y un club náutico

Se denomina marina a aquellos puertos de recreo de gestión indirecta cuyo concesionario es una entidad mercantil. En cambio, se llama club náutico a una gestión directa por parte de un club. La gran diferencia entre ambos es que, mientras la marina busca un rédito económico, el club náutico no, ya que es una entidad sin ánimo de lucro. Esto repercute en los servicios ofertados y su precio.

Semirrígida atracada en puerto deportivo

Qué tipos de amarristas podemos encontrarnos

En los puertos de recreo existen dos tipos de amarristas: transeúntes y de base.  Los primeros son aquellos que lo alquilan por un periodo corto de tiempo. En cuanto a los de base, son amarristas que han adquirido un derecho de uso preferente sobre un amarre con ánimo de permanencia o con una estancia superior a seis meses. Si se opta por dejar la embarcación atracada durante un periodo prolongado, es recomendable el uso de fundas de lona para protegerla de la sal y elementos externos.

En qué consiste el derecho de uso preferente

Dentro del contrato de concesión, se establece que el concesionario debe mantener un número determinado de amarres para transeúntes. El resto, pueden ser cedidos a terceros. Una vez termine la concesión por el estado, los propietarios tendrán un derecho preferente para volver a adquirirlo una vez las instalaciones vuelvan a prestar servicio y dejar así su embarcación atracada en el mismo lugar.

Cuáles son los derechos y obligaciones del titular de un derecho a uso preferente

Los propietarios tienen derecho a ocupar el amarre con una embarcación de las medidas acordes al amarre. Eso sí, tienen la obligación de pagar los gastos de gestión y mantenimiento del puerto. Un aspecto destacable es que el titular de derecho a uso no tiene potestad de controlar los gastos que le puede imputar el concesionario.

¿Se puede transmitir el derecho de uso preferente?

En la mayoría de ocasiones, sí. Aunque en algunos contratos aparecen cláusulas en las que se deberá avisar al concesionario de la compraventa. Esto se debe a que, en ocasiones, se guardan un derecho de tanteo o bien de recibir una parte de la cantidad de la venta.

semirrígidas en puerto deportivo

Qué ocurre si existen impagos

Dependerá de si se es propietario del derecho de uso preferente o se tiene en alquiler. En caso de ser propietario, se puede reclamar el precio y suspender el servicio, llegando a la resolución del contrato. En cambio, cuando se trata de un alquiler, el puerto podría declarar resuelto el contrato y comenzar a aplicar la tarifa diaria hasta que se retire la embarcación de la instalación. Eso sí, pagando previamente la deuda.

¿Puede el puerto retener un barco por impago del amarre?

Esto dependerá de si existe o no una cláusula que lo permita en el contrato. El único pero es que el personal del puerto no puede prohibir al dueño del barco subir al mismo. Ni siquiera soltar amarres. Así que la única forma de evitar que el barco zarpe es poniéndolo en seco. Es un aspecto importante debido a que la embarcación atracada será quien responda en caso de impago, sea propiedad del titular o no.

¿El puerto se hace responsable en caso de robo?

Dependerá de si aparece en el reglamento de explotación y policía la existencia de vigilancia en la zona donde está la embarcación atracada. En la mayoría de ocasiones los puertos no se suelen hacer responsables de estas situaciones, por lo que sería necesario acudir a las dependencias judiciales para su resolución.

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