La contaminación en el mar avanza a pasos agigantados. ¡Basta ya con la contaminación marina! Juntos podemos evitar un desastre ecológico, o ganar tiempo para no llegar a un punto de «no retorno».
La contaminación en el mar
Ya se veía venir, y por más que se ha intentado concienciar y lo que se ha persistido en este tema, finalmente ha sido casi imposible de evitar.
Aunque se haya intentado prevenir, el mar se ha convertido en un gigantesco cubo de basura.
No somos conscientes de la cantidad de basura que pulula por el mar. Los datos son impactantes. Según la Fundación Ellen MacArthur, los residuos que se han vertido al mar ya superan en número a las criaturas oceánicas. Estas criaturas albergan cerca de 200.000 especies identificadas, pero los expertos dicen que puede haber millones.
Es tanta la contaminación en el mar que si fueras una tortuga tendrías un 60% de posibilidades de enredarse en un resto de red, en una anilla de plástico o en cualquier manojo errante de basura. Agravar la salud y el malestar de la fauna es inevitable en estas circunstancias; y en algunos casos, hacer que convivan y se acostumbren a la presencia de materiales que no deberían estar a su alrededor.
La mar de basura
Cuando hablamos de medio ambiente lo primero que pensamos es en bosques, en la naturaleza e incluso en el cambio climático. También se nos vienen a la mente los problemas con los gases nocivos del aire. Pero rara vez pensamos en el mar entre las primeras opciones.
El medio ambiente incluye al mar, aunque no vivamos en él. Los efectos colaterales de la degradación del ecosistema marino siempre alcalzarán a las criaturas terrestres.
Creo que esta concepción de medio ambiente es así porque a simple vista el mar parece limpio y transparente. Pero la realidad es que existe la misma, si no más, en el entorno acuático. No somos conscientes de todos los residuos y basuras que rondan por los fondos marinos.
Nos lamentamos de la destrucción de bosques, de la desertización… pero hay mucha belleza y vida bajo los océanos. Corales, una diversidad de flora y fauna inescrutable… pero claro, ojos que no ven, corazón que no siente. Es por ello que el tomar conciencia sobre la contaminación en el mar es más lenta que la referida a la atmósfera y a la tierra que pisamos. Quizá, el indeseable y enorme «continente» de plástico del pácifico nos abriría los ojos. Se estima que su superficie ocupa entre 710 000 km² y 17 000 000 km² a estas alturas del siglo XXI. Poco más que decir.
Cuando hablamos de contaminación en los océanos no solo nos referimos a las basuras, plásticos infinitos e irrompibles, vidrios, latas… sino que también nos referimos a contaminación por residuos en estado líquido, restos, desechos de petroleras, aguas fecales, residuos tóxicos, etc.
Nuestros limpiadores de Euromeci
Todos los limpiadores de nuestra tienda náutica pertenecen a la marca Euromeci. Esta marca está muy concienciada y comprometida con el medio ambiente. En sus productos busca la eficacia y, al mismo tiempo, ahorrarle perjuicios al medio ambiente.
Nosotros estamos orgullosos de poder ofrecer a nuestros clientes los mejores productos. Que nuestros limpiadores náuticos realicen su función y superen las expectativas que el cliente tenía hacia ellos. Y que, además, no produzcan daño alguno para el medio ambiente.
Siempre elegimos los limpiadores náuticos de Euromeci. ¿Quieres saber por qué?
Los limpiadores náuticos de Euromeci son biodegradables. Cumplen todos los requisitos expuestos en el Reglamento (CE) n° 648/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de marzo de 2004, sobre detergentes. Por lo tanto, estos limpiadores náuticos una vez usado son descompuestos por organismos biológicos (bacterias, hongos, algas…) en un entorno favorable y no contaminan las aguas.
Productos biodegradables
En primer lugar, los materiales biodegradables, por definición, pueden ser consumidos rápidamente por la propia naturaleza y los microorganismos que la pueblan. Esto quiere decir que los materiales biodegradables tardan muy poco tiempo en desaparecer, evitando la contaminación y la acumulación de basura en tierras, ríos, o vertederos.
Al desaparecer de forma mucho más rápida, su impacto sobre los ecosistemas es mucho menor. Ya sabemos el daño que supone para los ecosistemas la acumulación de basuras, en especial los residuos más tóxicos y peligrosos que, además tarden incluso cientos de años en desaparecer; tiempo durante el cuál nunca dejan de contaminar. De esta manera, con la apuesta por lo biodegradable, se respetarían mucho más los ecosistemas y no afectaría negativamente a la biodiversidad.
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La pescadilla que se muerde la cola
Fukushima y la contaminación en el mar
Una noticia que está alarmando es el aviso del ex ministro de Medio Ambiente de Japón, quien dice que el agua radiactiva de Fukushima tendrá que verterse al mar. En un comunicado declara que la única opción que tiene el país nipón para desprenderse del agua contaminada por el desastre nuclear de Fukushima de 2011 es arrojarla al entorno oceánico. Es una cuestión que alarma a los mismos ciudadanos como a los países vecinos y al mundo entero.
Desde el accidente de la planta atómica Fukushima Daiichi en 2011, la compañía propietaria de la central, Tokyo Electric Power Company (Tepco), ha acumulado más de 1 millón de toneladas de agua altamente radiactiva usada para refrigerar los reactores dañados. De mantenerse el ritmo actual de almacenamiento, Tepco calcula que se quedará sin espacio para 2022, lo que ha llevado a la compañía y al gobierno central a debatir medidas para gestionar el problema.
La opción más planteada es verterla al mar tras haber pasado por un proceso de reducción tóxica. Digamos que el agua contaminada se somete a un tratamiento para eliminar todos los isótopos radiactivos a excepción del tritio y posteriormente se almacena en tanques. Pero esto no la convierte en agua sana, sino en agua menos tóxica; menos… radiactiva. Por tanto, la contaminación en el mar está asegurada.
El engaño del tritio
El tritio no se considera peligroso para la salud humana por debajo de determinados umbrales que varían entre diferentes países y organismos internacionales y, según Tepco, otras centrales nucleares del país ya realizan vertidos al mar con este elemento en pequeñas cantidades de forma rutinaria.
La lucha contra la contaminación en el mar
Somos muchos los que luchamos contra estas injusticias que se le hacen al mar. Son estas situaciones las que causan los mayores perjuicios y, sin embargo, en muchas ocasiones vienen de la mano de empresas fuertes y reconocidas, o de acciones políticas cortoplacistas. Puede que la concienciación se haya incrementado en las últimas décadas, pero el camino a recorrer para recuperar la salud de nuestros mares es muy largo, por no querer mencionar la expresión «demasiado largo».
La contaminación en el mar es un hecho innegable. ¿Queremos seguir esta línea?
El mar debería esconder oro y no basura
La historia está escrita por varias plumas y desde distintas perspectivas. Está escrita a través de los libros que ya desde antaño sus autores querían que llegarán a nuestras manos. Está escrita en la estrellas con todo el trasfondo del universo. Por supuesto, está escrita en la tierra, entre ruinas y descubrimientos que, poco a poco, nos han ayudado a saber de dónde y cómo venimos. Pero algo de lo que pocos se acuerdan es que también la historia está escrita entre corales y caracolas. Si de verdad queremos conocer la historia, antes debemos sumergirnos en el mar.
El mar es el patrimonio de la humanidad más hermoso y debemos valorarlo como tal. Por eso, al igual que se respeta un coso o un teatro romano debemos respetar el paisaje marino. Y aun habiendo cumplido con la parte que nos toca, el siguiente paso es hacer reflexionar y hacer que otros entiendan que hay que cuidarlo.
Y ese, precisamente ese, es el paso que queremos dar al escribir este artículo. Porque amas el mar y lo sabemos, porque quieres disfrutar de la náutica durante mucho tiempo, y porque quieres un futuro mejor para los seres humanos que están por llegar, incluidos aquellos que pertenecen a nuestra familia.
Tomar conciencia sobre el valor del mar
Si hay algo que a nosotros, los amantes del mar, nos duele, es la salud de los mares. Por eso queremos seguir haciendo hincapié en la importancia de reciclar y de no tirar basuras al mar. Debemos pararnos a pensar y a observar la suerte que tenemos. No somos nada ante tal majestuosidad. No somos nada comparado con todos los secretos e historias que albergan en el mar.
Se llevaron años, mejor dicho, siglos, buscando tesoros en el mar, cuando el mayor tesoro es ese conjunto de mares y océanos. Esos son los verdaderos tesoros. Un tesoro que disfrutas una y otra vez cuando navegas sobre el líquido elemento.
Saber respetar a la fauna y la flora marina, es lo principal para cualquier persona, pero debe ser mayor ese respeto y cariño si se trata de un marinero.
Así debería ser…