La primera vez en barco

Cumpliste tu sueño, te compraste un barco, ¿y ahora qué?

Una vez que ya eres dueño de ese barco que tanto querías, te encantará compartir momentos con tu familia y amigos y que también lo disfruten.

Y si vas a navegar y es tu primera vez en barco. ¡Toma nota!

Aquí te damos algunos consejos para que puedas disfrutar de ese día al máximo y lo recuerdes como un día genial.

Por fin tienes tu barco y vas a salir a navegar con tu familia y amigos. Lo más seguro es que aunque les guste navegar no sean grandes expertos. Y más de uno será un tripulante novato, otros no habrán navegado nunca, habrá otros que te digan “yo un día monte en kayak” y luego tenemos el caso perdido de tu cuñado que será el que más sepa de nada.

Para mí lo más importante es que deben saber a dónde vamos. No me refiero a un sitio en concreto, sino que vamos a un barco. Por lo tanto, debemos dejar miedos absurdos en tierra e ir dispuestos a pasar un buen día, lejos de las preocupaciones.

No tienes cobertura, ¿y qué? Mejor así, valora el momento que estás viviendo.

Otra cosa importante es que hay que ir con lo justo y necesario porque no creo que te hagan falta muchas cosas.

Vamos a ir haciendo un breve desglose. Créeme, será divertido, seguro que más de una te ha pasado.

Primer consejo: ropa y calzado

Lo primero es lo primero, la ropa. A las mujeres nos encanta la ropa. Somos así, es inevitable. Es escuchar la palabra navegar e imaginarnos en la proa del barco, tomando el solecito con nuestro biquini brasileño de la última temporada como si fuésemos victimas de los paparazzi. Sí, lo reconozco, yo, a día de hoy, y navegando desde que tengo uso de razón, aún le doy un toque de importancia al tema de la ropa y a los conjuntitos navy. Menos cuando salimos de pesca; total, ya doy por hecho de que me voy a pringar. Sin embargo, cuando solo salimos a navegar, a disfrutar del paisaje, del sol y del mar siempre tengo en cuenta cosas fundamentales.

Consejo de outfit número uno, la rebequita. Échala en el bolso aunque haga un día 10, porque cuando el barco coja velocidad se va a notar mucho más que la brisa marinera. Otro súper consejo, llévate gomas de pelo y si puedes llévate una diadema porque el pelo en la cara no te queda nada bien.

Dejemos las pamelitas y los sombreritos para cuando el barco entes fondeado. Una vez que comience el fondeo empieza el postureo. Antes tu cola de caballo y tu pasada. Son igual de imprescindibles que la crema solar y las gafas de sol. Eso del antes muerta que sencilla no es para salir a navegar.

A juego con tu fabuloso biquini llévate unas bambas o unas lonetas pero ten en cuenta que la suela debe ser blanca y de goma. Porque no hay nada que ensucie más un barco que las suelas negras de los zapatos. En 5 minutos tendrás todo el suelo negro y asqueroso. Así que como el blanco es pureza y limpieza, ya sabes, suelas blancas. Este consejo es válido para todos los futuros tripulantes.

Dales este consejo y ahórrate pasarte la tarde con el mocho.

 

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Segundo consejo: el plástico y la basura.

Lo más normal, limpio, fácil y económico es usar todo de plástico. Ya se sabe que a estas reuniones no suelen faltar ni la tortilla de papas ni los filetes empanados. Para todo ese picoteo te aconsejo vajilla de plástico. Usar y tirar. Tu buena bolsa de basura, yo la pondría doble para reforzar, y ahí ir tirándolo todo. Es fácil de recoger y limpiar y cuando llegues a tierra, al contenedor y adiós.

Ahora hay de todo en plástico. No tienes porque servirles a tus invitados en el cutre e indeble vaso de cumpleaños. Si quieres algo más glamuroso, búscalo en plástico que seguro que lo hay.

A esto debo sumarle que cuanto menos cristal mejor. El barco se suele mover y no es agradable tener cosas de cristal para arriba y para abajo. ¿Qué pasa con esa cervecita fría? Sí, a todos se nos apetece y a casi todos nos gusta más en botellín que en lata. Pero volvemos al principio, debemos saber dónde estamos. En un barco siempre falta espacio. Es más fácil que cuando acabemos nuestra cerveza, estrujemos la lata y de este modo ahorramos espacio en la basura. No que una botella de cristal no se puede aplastar y seguirá ocupando el mismo espacio y encima vacía. Apunta este consejillo, cuanto menos cristal mejor.

Ya sabes, carga tu nevera pero de latas.

Cuanto más limpio y ordenado esté el barco, más cómoda y segura resultará la navegación.

copas plastico

Tercer consejo: la biodramina

Siempre aconséjales que las lleven pero aún así, como ya los conoces y sabes cómo son, ten en tu boquitín un arsenal de biodramina. La pastillita mágica contra los mareos.

Algunos te dirán que ellos no se marean, tú por si acaso resérvales algunas porque nunca se sabe.

Si son de los que se marean y ya se han tomado la biodramina, aconséjales que intenten seguir el movimiento de las olas con los ojos que también ayuda y que no bajen al interior del barco. Como capitán y anfitrión, si alguien se marea ofrécele algún refresco con azúcar y gas. Tener el estómago lleno también ayuda a disminuir la sensación de mareo y las manzanas verdes son especialmente eficaces para ello.

También le puedes dar algún consejillo para que antes de zarpar vayan preparados. Comer hidratos de carbono, por ejemplo, evita los mareos.

Una vez embarcado, procura que se quede por la zona de proa. Ver la dirección del barco evita mareados y la brisa fresca también es muy buena. Por el contrario, quedarse en la popa puede ser fatal porque pierdes el sentido de la orientación.

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biodramina

Cuarto consejo: nada de equipaje rígido

Cuanto más manejable y adaptable sea el equipaje mejor. Usar una bolsa de viaje o una mochila, es cómodo y práctico. Nada de maletas con ruedas y carcasas duras. Solo estorbarán y ocuparán un espacio tonto que quedará desaprovechado. Y no es que nos sobre espacio precisamente.

maletas no

Quinto consejo: fumar a bordo

Muy fácil.

-¿Dónde puedo fumar?

-A sotavento, siempre a sotavento.

-¿Qué es eso?

-¡Por donde se va el viento!

Por supuesto, y creo que no hace falta decirlo, las colillas se tirarán en un cenicero que tenga un poquito de agua y ya cuando lleguemos a tierra se vacía y listo. Nada de tirar colillas a la mar. Al igual que las cáscaras de pipas ¡Qué coraje me dan!

Debemos tener una cosa clara, tenemos un barco porque nos encanta el mar. Por lo tanto, debemos cuidar su estado y ser un ejemplo para los demás. Si nosotros respetamo y cuidamos, nuestros tripulantes también lo harán. Así que sé un buen capitán e impón estas reglas desde el comienzo de la navegación para evitarte futuros problemas.

colillas

Sexto consejo: pescar o no

Si cuando invitamos a mujeres a nuestro barco, lo primero que piensan es en tomar el sol con un par de mojitos. Lo primero que piensan los hombres es en la cerveza fría y el pescar. Todos piensan que desde cualquier barco se puede pescar. Y sí, se puede, la cosa es que sea más o menos cómodo. Pero la mayoría asocian eso de barco, cerveza y pescar.

Si en tus planes no entraba el salir a pescar, porque ya sabes que te va a tocar a ti limpiar y preparar. Explicales de antemano que no es lanzar la caña y esperar a que pique un pez. Seguramente, después de eso a más de uno se le hayan disminuido las ganas.

Para que sea más facil y comodo debemos tener nuestro barco equipado con accesorios para la pesca. Un cañero resultará muy cómodo y nos ayudará a tener nuestras cañas ordenadas y organizadas. De este modo se practicará una pesca más segura.

pescador

Séptimo consejo: chaleco salvavidas

Fundamental llevar chalecos salvavidas, es un básico de la náutica. Si hay niños o algún tripulante más torpe de la cuenta que se lo ponga. La seguridad nunca está de más. Y si hay niños toda seguridad es poca. Así que ten los chalecos salvavidas preparados por si llegan pequeños grumetes. Aprovecha y mételes el gusanillo de la mar y que se sientan seguros y a salvo para que no desarrollen algún miedo.

Siempre hay alguien que quiere saltar desde el barco y bañarse. Claro que sí, hay que aprovechar la travesía y zambullirse. Es muy divertido y recomendable. El jugar con hinchables lo hará aún mas especial.  Por eso, es importante tener nuestro barco equipado con aros salvavidas.

Navegar puede ser muy divertido pero no debemos olvidarnos de que si cometemos imprudencias puede ser peligroso. ¡Mejor prevenir que curar!

saltar desde el barco

Octavo consejo: conocer las partes del barco

«Que no existe la izquierda ni la derecha, que no hay cuerdas a bordo que son cabos…». Sí, posiblemente repitamos esto en más de una ocasión. Pero debemos tener en cuenta que son aficionados, que les gusta y queremos que disfruten. No están acotumbrados. La mayoría no conocen el mundo más allá de lo que han visto en una película o lo que han leído en alguna revista. Así que dejales que disfruten de la experiencia, que cumplan esa fantasía y que les guste aún más para que así quieran repetir.

Dales una mini clase teórica sobre las partes del barco. Saca el marinero que llevas dentro, utiliza la jerga del mar y ya puestos, farda y lúcete un poco, que siempre nos gusta. Disfruta ahora de ellos que serán un poco patosos antes de que se vayan haciendo con el tema. También así podrás saborear ese momento en que tú eres quien está al mando y podrás demostrar todo eso que sabes sobre náutica.

partes del barco

Dales estos consejos y algunos de los tuyos propios. Facilítales el día para que quieran volver a navegar y muy pronto te lo pedirán. Es una gozada salir a navegar con los tuyos e ir sumando momentos y anécdotas.

Preparate para escuchar eso de “no hay nada mejor que tener un amigo con barco”. Así por lo menos cuando estés lijando y pintando la nueva patente recordarás los buenos momentos, pero esta vez estarás solo, porque ya ahí todos tus amigos estarán ocupados.

El consejo de los consejos: echa el ancla del tiempo y disfruta con tus amigos porque esas charlas y esas risas serán inolvidables.

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