Al menos una vez en tu vida debes vivir la experiencia de fondear una noche. Descubre las múltiples ventajas del fondeo.
Te mereces ese mágico momento y sentir como te mece el mar mientras tus ojos se pierden en un infinito horizonte.
Aquí te damos ocho razones pero hay muchas más.
El mar, la mar
El mar siempre ha sido un paisaje de inspiración para las artes y no hace falta decir el porqué. Las mejores plumas de cada época han dejado reflejada su belleza en versos que nunca morirán. Imágenes a pincel que resaltan su verdadero espíritu. Canciones que al escucharlas nos rescatan sentimientos y nos trasladan hacia recuerdos que el mar nos ha dejado. Cuántos nos hemos visto sumergidos en una novela, ya sea persiguiendo una ballena, buscando un tesoro, aprendiendo de la sabiduría y tenacidad de un viejo, escuchando el ruido de los cañones de una batalla naval, envueltos en una odisea de hazañas o sufriendo con algún que otro naufragio. Sí, se le han dedicado multitud de sentimientos y se debe a su hermosa magnitud.
Pero lo mejor de todo es que el mar no es una fantasía, es real y está ahí fuera, esperándote.
Primera razón: la belleza
El poder disfrutar de un paisaje tan hermoso, que día a día nos sorprende porque ninguno es igual que el anterior. Y créeme, si ya es bello desde la costa, y a pie de tierra, sobre una fina arena de playa aún lo es más cuando todo él te rodea. Y eso por no mencionar los paisajes tan idílicos y geniales que va formando con su paso o el poder avistar especies marinas. Simplemente, la naturaleza es así y lo bueno es que nunca dejará de sorprendernos.
Tener todo esto frente a tus ojos es una de las ventajas que tiene la náutica. Navegar y navegar, hasta que la costa se haga chiquitita y parezca un borrón de luces a lo lejos.
Segunda razón: la tranquilidad
Ya mismo esta aquí la estación favorita de los amantes del mar, el verano. Muchos de nosotros dedicaremos parte de nuestras vacaciones navegando y disfrutando del sol estival pero pocos aprovecharan la magia que desprenden estas noches. El poder fondear bajo la luz de la luna y refrescar el sueño con el sonido de las olas. Sentir que los problemas de tierra, se quedan en tierra. Disfrutar de la tranquilidad y del silencio de una noche cálida y estrellada. Alejados del tráfico, los ruidos y la locura de la ciudad. El poder respirar y respirar aire de verdad. Tan fácil como tener tiempo para ti, fuera de todo eso que te preocupa o te distorsiona tu día a día.
Tercera razón: el precio
Pasar la noche fondeados en el mar nos ofrece muchas cosas pero una de ellas, y además importante, es el precio. Resulta más barato que la noche en un hotel donde se escucha al vecino de habitación y los tugurios de la calle. Muchas veces no debemos fijarnos solo en el precio, sino pensar en los beneficios que nos aporta. Necesitamos verlo desde otra perspectiva.
Cuarta razón: ocio y turismo
Disfrutar del día realizando distintas actividades náuticas. Si no hay peligro poder bañarnos o ir a visitar algún sitio de la costa que esté cercano. Y si no lo conocemos, mejor. Resulta simpática la idea de salir a navegar pero a la vez poder pasar un día compartiendo risas y quemando adrenalina.
Son muchos los planes náuticos que se pueden realizar. Por ejemplo, si llevamos una embarcación neumática que acompañe a nuestro barco o velero podremos engancharle algún hinchable, siempre que sea homologado y con todas las precauciones a tomar y así quemar adrenalina que siempre viene bien. También una embarcación neumática nos puede facilitar el traslado desde nuestro barco hasta la costa y así poder visitar lugares. Las visitas improvisadas son las mejores.
Y si estás buscando una escapada romántica es tu oportunidad para lucirte y sorprender a tu pareja. Esta sería como la escapada cumbre de las escapadas románticas. Poder elegir el sitio, alejado de todo y de todos, tan solo tu pareja y tú. Te atrapará el encanto y la seducción de la noche. Ahora mismo no me imagino un escenario más bonito para un aniversario, una pedida o simplemente la cita más romántica del mundo. Tu pareja, tú, vuestro barco, la noche y el mar. ¿Se puede pedir más?
Quinta razón: el despertar
Cuando los rayos del sol penetren por las pequeñas ventanas del camarote desearás no volver a la realidad y poder detener el tiempo. El café de la mañana, da igual como lo tomes, va a ser un café único porque el momento lo hace así. Esa brisa mañanera, con el saliente de sol y unas vistas que deslumbran. Te quedas en silencio y no se oye nada pero si agudizas un poco el oído escucharás el voy y vengo de la marea. Sentirás como tus latidos se acompasan a ritmo sosegado. Ese calorcito que el sol desprende mientras nos relajamos tranquilamente con nuestra taza de café y un croissant calentito. Un despertar sin despertador, un despertar sin prisas, un despertar sin rutina, un despertar diferente.
Sexta razón: la puesta de sol
La imponente puesta de sol, ver como se va perdiendo lentamente su reflejo sobre el vaivén de las olas.
La cena se convertirá en un verdadero espectáculo, con esa mezcla de colores que tiñen el cielo. Notar como poco a poco se apaga el día y comienza la noche. Disfrutar de una cena bajo esa bóveda azul estrellada y esa luna de plata de la que no somos conscientes en nuestra vida diaria.
Séptima razón: el tiempo
Sentir como se detiene el tiempo. Notarás que los días se hacen más largos, sin estrés, sin horarios, sin ruidos innecesarios. Tendrás tiempo para ti, para reencontrarte contigo mismo. Para leer ese libro que lleva en tu mesita de noche desde Navidad. Para pensar y sobre todo para relajarte.
La soledad será testigo de ese baño de silencio que nos daremos con nosotros mismos. De la conexión con el mar, de la desconexión con la tierra. La soledad te hará libre. Que no te de miedo la palabra soledad por que a veces la necesitamos. Ella puede hacer que todo encaje. No me refiero a estar solos en un barco en medio del mar, es mucho más que eso. Podemos estar acompañados pero debemos saber tomarnos un tiempo para nosotros. No le damos la importancia necesaria a disfrutar con nosotros mismos, pensando, evadiéndonos y liberándonos de preocupaciones.
Tomarte tiempo para disfrutar del silencio, del paisaje y de la naturaleza.
Octava razón: carpe Diem
¡Aprovecha el momento! No debemos dejar pasar el tiempo que se nos brinda. Tenemos que disfrutar de los placeres de la vida. Sin duda, el mar es uno de ellos.
¿Te apetece fondear?
Me ha parecido una forma muy especial para explicar lo que es la mar, precioso!!
5 estrellas ♥
Simplemente fantástico!!
Simplemente fantástico!!
No hay manera más Bonita de describirlo.
Me encanta!!